Baking: la técnica de maquillaje que vuelve a ser tendencia
El baking es una técnica que se realiza hace años pero nuevamente está en boca de todos. Aunque ha tomado relevancia de la mano de Kim Kardashian, las drag queens lo utilizan desde siempre por su larga duración.
No es un truco magia ni tampoco peligroso, el baking (hornear, en inglés) consiste en aplicar una buena cantidad de polvo translúcido y dejar que actúe durante 10 minutos con el calor de la piel. El objetivo es lograr una total absorción del polvo, creando una apariencia delicada y un maquillaje resistente a cualquier actividad del día. Se aconseja para pieles mixtas o con acné, por su poder cubritivo y también ayuda a esconder ojeras profundas. La técnica de maquillaje baking requiere de tiempo y mucha cantidad de producto en el rostro, por lo tanto, totalmente desaconsejado para quienes prefieran looks rápidos y livianos.
¿CÓMO REALIZAR ESTA TÉCNICA?
Primero, aplica la base de cabecera y realizar el maquillaje de ojos habitual. Luego, coloca corrector debajo de los ojos y fúndelo con las sienes. Toma una esponja o broncha y esfuma el corrector hasta que esté totalmente integrado. Por último, coloca una capa generosa de polvo translúcido sobre el corrector y deja actuar durante 10 minutos para que el calor del rostro rellene las arrugas y las líneas de expresión. Para finalizar, retira el excedente con una brocha, simulando “barrer” la piel.